Dos años consecutivos yendo a una casa rural en Laspuña y cercanías, y aún no sabemos a ciencia cierta si logramos llegar a la cumbre de la Peña Montañesa (2291 m.), gran mole situada a las puertas del Valle de Ordesa, en Huesca. El primer año que fuimos a Laspuña no teníamos mucha experiencia en la montaña (tampoco es que ahora tengamos demasiada, pero bueno), y nos presentamos ante la Peña Montañesa como quien va a comprar el pan. Fuimos ascendiendo, pero aquello no se acababa nunca, y decidimos parar a comer en un llano que había en plena ascensión, para después ya retomar el camino de bajada. Al año siguiente, con las energías renovadas y con ganas de quitarnos esa espinita clavada, decidimos volver a intentarlo, esta vez ya sabiendo a que nos ateníamos. Tras llegar a la ermita junto a la que se dejaban los coches, comenzamos la ascensión. El día no estaba del todo claro, pero eso no suponía ningún problema para unos vascos en la montaña. Así que decidimos subir; era semana santa y por esas fechas, a medida que ibamos subiendo, empezamos a encontrarnos con algo de nieve a los lados del camino. Pero continuamos para arriba, al igual que la nieve, que también iba aumentando su nivel. Total, que para cuando llegamos al llano de la anterior vez ya estaba todo nevado. Decidimos parar a reposar un poco, y la niebla se nos echó encima; pero seguimos tirando hacia delante hasta que ya nuestras piernas se hundían en la nieve hasta la rodilla y no veíamos más allá de dos metros por la niebla. Así que puede que llegaramos a la cumbre o no, quizás nos quedamos a escasos metros de las verticales paredes de la Peña Montañesa. Ante la duda, optaría por volver, pero la verdad que hay demasiadas montañas que me gustaría ascender y no quisiera estar centrado solamente en ganarle esa batalla personal a la Peña Montañesa.
lunes, 27 de septiembre de 2010
Montañas: Peña Montañesa
Dos años consecutivos yendo a una casa rural en Laspuña y cercanías, y aún no sabemos a ciencia cierta si logramos llegar a la cumbre de la Peña Montañesa (2291 m.), gran mole situada a las puertas del Valle de Ordesa, en Huesca. El primer año que fuimos a Laspuña no teníamos mucha experiencia en la montaña (tampoco es que ahora tengamos demasiada, pero bueno), y nos presentamos ante la Peña Montañesa como quien va a comprar el pan. Fuimos ascendiendo, pero aquello no se acababa nunca, y decidimos parar a comer en un llano que había en plena ascensión, para después ya retomar el camino de bajada. Al año siguiente, con las energías renovadas y con ganas de quitarnos esa espinita clavada, decidimos volver a intentarlo, esta vez ya sabiendo a que nos ateníamos. Tras llegar a la ermita junto a la que se dejaban los coches, comenzamos la ascensión. El día no estaba del todo claro, pero eso no suponía ningún problema para unos vascos en la montaña. Así que decidimos subir; era semana santa y por esas fechas, a medida que ibamos subiendo, empezamos a encontrarnos con algo de nieve a los lados del camino. Pero continuamos para arriba, al igual que la nieve, que también iba aumentando su nivel. Total, que para cuando llegamos al llano de la anterior vez ya estaba todo nevado. Decidimos parar a reposar un poco, y la niebla se nos echó encima; pero seguimos tirando hacia delante hasta que ya nuestras piernas se hundían en la nieve hasta la rodilla y no veíamos más allá de dos metros por la niebla. Así que puede que llegaramos a la cumbre o no, quizás nos quedamos a escasos metros de las verticales paredes de la Peña Montañesa. Ante la duda, optaría por volver, pero la verdad que hay demasiadas montañas que me gustaría ascender y no quisiera estar centrado solamente en ganarle esa batalla personal a la Peña Montañesa.
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