sábado, 30 de julio de 2011

Foz de Lumbier

Aprovechando que tenía que quedarme este fin de semana en Pamplona, hemos cogido Leyre y yo esta mañana el coche para ir a conocer uno de los lugares más bonitos de Navarra: la foz de EnlaceLumbier. A medio camino entre Pamplona y los Pirineos, tras pasar por las faldas de la Higa de Monreal y casi llegando a Sangüesa se encuentra el pequeño pueblo de Lumbier, donde se juntan los ríos Salazar e Irati, responsables materiales de las foces de Lumbier y Arbayún. La más conocida quizás sea la de Lumbier, y hacia ella nos hemos dirigido por un pequeño camino que terminaba en un parking. Tras dejar el coche nos hemos adentrado por un camino por el que antes iba el ferrocarril, entre una inmensa pared y la profundidad de la garganta horadada por el agua. La pista estaba en muy buen estado, y atravesaba un par de túneles en los que casi hacía falta el uso de linternas. Las vistas impresionantes, con multitud de buitres sobrevolando nuestras cabezas y allí al fondo el río, donde te puedes pegar un baño en las zonas más tranquilas. Hemos continuado por la vía verde, pasando el Puente del Diablo, con la intención de volver por un camino rural, pero no lo hemos encontrado, llegando casi hasta Liédena, donde ya hemos decidido dar la vuelta y volver por la Foz, que bien merece una visita.

domingo, 17 de julio de 2011

Montañas: Anboto


Por fin! Después de tantísimo tiempo queriendo subir a esta mítica cima, ayer sábado lo logramos. Quedamos a las ocho y cuarto de la mañana Óscar, Héctor y yo para salir camino del Santuario de Urkiola. El camino la verdad que ya merece la pena, bordeando la gran lengua del embalse de Urrunaga que casi llega a Otxandio y llegando poco después a lo alto del puerto de Urkiola, donde se encuentra el santuario. Allí en el parking nos encontramos a un elemento que de listillo pasó a prepotente y de prepotente pasó a maleducado, pero tras quitárnoslo de encima fuimos en busca de la cima de Urkiolamendi, desde donde ya había unas preciosas vistas del cresterío de Urkiola, el macizo del Gorbea, los bosques de Aramaio, Mugarre... Tras un pequeño descenso encontramos una cómoda pista que nos llevaría al inicio de la ascensión final al Anboto, corta pero exigente, entrando primero en un bonito hayedo y después ya sobre la roca caliza. Ha sido yo creo la única subida en la que he echado algo en falta unos bastones en los que apoyarme, ya que muchas veces tuve que utilizar las manos como apoyo. En poco más de 20 minutos de exigente subida llegamos ya a la antecumbre, desde donde ya las vistas eran impresionantes, viéndose caseríos y , pueblos como Arrázola mil metros más abajo. Ya no solo nos quedaba la última pala, el último esfuerzo que no era complicado, aunque sí que había que usar las manos y trepar un poco, y además impresionaba algo por los cortados que había alrededor. Ya en la cumbre descansamos un poco e hicimos las fotos de rigor, mientras que las nubes se fueron echando encima nuestro. Decidimos bajar por el mismo camino, dejando la cresta para otra ocasión, y en la bajada eché aún más en falta los bastones, ya que los muslos se me cargaron como en pocas ocasiones. Casi casi se puede decir que me costó más bajar que subir, pero en poco rato volvimos a las faldas del Anboto. A la vuelta decidimos desviarnos por un camino menos concurrido que nos llevó directamente a la fuente de Pol-Pol, fuente ferruginosa cuyo nombre surge del sonido del agua al caer. Ya sólo nos quedaba volver a subir el repecho de Urkiolamendi, que a esas alturas del día costó más de lo que debería, y la suave bajada por los pastos hasta el santuario de Urkiola. La verdad que para pasar una buena mañana es una muy bonita excursión, así que habrá que repetir para subir por nuevas rutas, crestear un poco, llegar a la cueva de Mari... Por último, dejare esta canción sobre Mari, la diosa que habita en las cuevas de Anboto.

lunes, 11 de julio de 2011

Planes de finde: Norte de Burgos


Ya que parece que nos estamos animando los sábados a salir al monte, y que se habla de hacer una salida más paisajístico-cultural y menos montañera, comenzare con alguna que otra proposición. La cosa sería salir prontillo, camino de Miranda de Ebro, donde nos desviaremos hacia Fontecha y, poco después de Puentelarra, seguir la desviación que acompaña al Ebro camino de Sobrón. Podemos seguir la carretera que bordea el embalse del Ebro, pasando por la famosa y polémica Santa María de Garoña, hasta la primera para de interés: Frías. Es una pequeña ciudad (efectivamente, no es un pueblo, sino la ciudad más pequeña de España) amurallada y coronada por un impresionante castillo, donde también podemos encontrar un bonito puente medieval, así como casas colgantes similares a las de Cuenca. Tras visitar este pequeño y bonito pueblo, podemos seguir con la ruta hasta Pedrosa de Tobalina, tras pasar Trespaderne. Allí podemos ver el pequeño pueblo y la bonita cascada que forma el río Jerea. A otros 40km se encuentra Puentedey, un curioso pueblo que se encuentra en una especie de puente natural, pero quizás sea ya algo demasiado lejos para un día. A la hora de volver, creo que lo mejor es volver por el camino por el que iríamos, ya que la otra opción es seguir hacia el norte hasta llegar a Artziniega u Orduña, y de allí buscar ya la autovía de Altube camino de casa.

domingo, 10 de julio de 2011

Montañas: Joar


El monte Joar (1419 m.) corona la sierra de Codes, en la frontera entre Araba/Álava, Navarra y La Rioja. Como parece que ahora nos ha entrado la vena montañera, el sabado volvimos a decidir pasar la mañana en la montaña, y nos decidimos por esta cumbre, menos conocida pero no por ello menos interesante. Salimos a las 9 de la mañana en dirección a santa Cruz de campezo, donde se iniciaba nuestra rutilla. Nos costó encontrar el camino adecuado, y después de perder media hora en un camino que no era, ya encontramos el que ascendía hasta la cumbre. Se puede decir que fue una subida variada, alternando caminos pedregosos, ascensos por hayedos, sendas al borde de barrancos, hasta algun camino casi bloqueado por helechos, el collado de La Plana... Pensabamos que no nos iba a costar casi, ya que habíamos leído que costaba hora y tres cuartos llegar a la cumbre, pero la verdad es que el desnivel era de unos 900m. y hubo algun tramo bastante largo de subida continuada, que si que se nos hizo largo. Justo antes de llegar a la cumbre, pasamos por un bonito collado que nos llevaba a un impresionante hayedo que suponía las últimas rampas antes del gran repetidor que coronaba la cima, quitando algo de encanto a las vistas que desde allí se podían ver. En la cima nos encontramos a dos hombres pintando el bonito buzón en forma de árbol, y algunos montañeros más, pero desde luego esta subida fue muchísimo más solitaria que en los montes más guipuzcoanos como Aizkorri o Txindoki, que estaban repletos de gente. Parece que ya le hemos cogido el truquillo a los montes de la zona, y a falta de Anboto (y yo Udalaitx y Aratz), habrá que ir pensando en acercarse próximamente a Pirineos en busca de retos mayores.