
Ayer sábado volvimos a ir al monte Héctor y yo, y ésta vez tocó otro de los grandes, que sin ser el más alto es el que da nombre a Sierra de Aizkorri. Salimos a las 8 y media de Vitoria, y en vez de subir desde Araia, decidimos ascender desde el santuario de Arantzatzu. Llegamos a las 9 y media, y tras sacar unas fotos a la impresionante mole coronando un valle que es el dicho santurario, nos pusimos en marcha hacia las
campas de Urbía. Un suave ascenso entre hayedos nos llevo en más o menos una hora hasta las campas, donde había una borda que hacía de restaurante-chiringuito, con unas vistas espectaculares. Allí, tras seguir continuar durante unos minutos un camino equivocado, encontramos el camino correcto y enfilamos ya las duras rampas que nos llevarían hasta la cima. Primero por verde praderas y más tarde por zonas rocosas, fuimos ascenciendo bajo el sol abrasador (mis rojos brazos lo recordarán durante toda esta semana) hasta llegar a la cima, a 1524 metros de altura, coronada por una ermita, la clásica cruz y un buzón en forma de hacha, haciendo referencia al nombre del monte. Desde allí, como no, había unas impresionantes vistas sobre Guipuzkoa, Bizkaia y Araba/Álava, pudiendo ver el pantano, la cima del Aratz, San Donato, Txindoki, Gorbea, Udalaitz, Anboto, la sierra de Elgea... y al fondo, los Pirineos. Otra buena cima para pasar la mañana, y más en un día tan bueno como el de ayer.
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