lunes, 18 de abril de 2011

Montañas: Txindoki - Larrunarri


Ayer domingo, por fin, sí, después de tantos meses y hasta años anunciándolo, subimos mi amigo Héctor y yo al Txindoki, cima que domina el Goierri guipuzcoano. El Larrunarri (lo de Txindoki se debe a una borda que existía en sus faldas, y que al final dio nombre a la montaña) es la cima más característica de la Sierra de Aralar, no por ser la más alta, si no por su representativa forma piramidal. Salimos a las 8 de la mañana camino de Ordizia, donde nos desviamos hacia Zaldibia y de allí a Larraitz, donde se encuentra el parking que da acceso al ascenso a la montaña. Fuimos despertando al ritmo del folk irlandés y nos quedamos algo acojonadillos al ver la silueta del Txindoki (1348 m.), ya que desde abajo hay un desnivel de casi 1000 metros. Pero bueno, llegamos a las 9 y nos pusimos manos a la obra, con la mochila al hombro, y las piernas deseosas de cuestas. Seguimos el ancho camino, muy bien indicado y más transitado aún, y fuimos ascendiendo en contra del fuerte viento. Llegamos a un punto donde había que atravesar una de las múltiples vallas que había, y en vez de seguir por el camino indicado, Héctor se fijó en que había gente que seguía un caminillo algo más directo aunque también más duro, y decidimos acortar por allí. No voy a negar que esa subida se hizo dura, muy dura, porque era pendiente arriba sin apenas zigzaguear, pero también veíamos que el otro camino si que daba algo más de vuelta. Así que tras unos cuantos descansos, llegamos a una zona de subida más rocosa que nos llevó directamente a la ansiada cumbre del Larrunarri. Descansamos, hicimos las fotos de rigor, admiramos los pastos de Aralar y comenzamos la bajada, esta vez por el camino bueno, bajando por el collado de Egurral, y en unas dos horas, aguantando la solana que había, llegamos de nuevo al parking. La bajada se hizo algo larga, quizás por el cansancio o por el calor, y aunque hoy las agujetas en los muslos me recuerdan lo que costó subir, he de decir que es una ascensión que merece muy mucho la pena. Ahora el siguiente gran objetivo: Anboto! A ver si nos cuesta menos tiempo intentar subirlo que el Txindoki!

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